RESIGNIFICANDO NUESTRA PROFESIÓN COMO COACHES ONTOLÓGICOS

En los últimos 10 años el Coaching como profesión creció de manera
exponencial, aún más en los últimos 6 años, empezaron a aparecer nuevas instituciones como federaciones y asociaciones que aglutinan a estos profesionales para generar nuevos espacios de coherencia para regular la profesión.

Tengamos en cuenta que en este transcurrir surgieron muchas escuelas formadoras que empezaron a formar en coaching con diferentes aportes de diversos campos.  Es importante hacer aquí una distinción, tenemos Coaching de vida, Coaching ejecutivo, coaching de equipos, coaching organizacional, coaching ontológico y nuevas variantes que aparecieron en estos últimos años, tales como shadow coaching, coaching de propósito, coaching de atracción hasta espiritual. Con tanta variedad el público que toma esta clase de servicio puede verse algo confundido. En este punto puedo, como especialista en Coaching Ontológico, hacer referencia a este estilo particular para proporcionar al lector una mirada desde este enfoque y adentrarnos en las bases de esta profesión.

El fenómeno que está ocurriendo últimamente es que los nuevos Coaches certificados están introduciendo concepciones que les generan grandes incoherencias en su práctica profesional y en su vivir. Para poder ser Coaches ontológicos tuvimos que transitar un camino de transformación personal, para ello cambiamos, hábitos, creencias, paradigmas desde nuestro sistema de base como el familiar, y desafiar a los grandes juicios maestros que muchas veces impiden el desarrollo personal. Como Coaches ontológicos tenemos en nuestro aprendizaje a ontología del lenguaje la cual nos ofrece la base fundamental de una línea de pensamiento filosófico no metafísico o post metafísico que permite romper con toda una cultura de pensamiento filosófico abriendo la posibilidad de diseñar nuestras formas de ser. Tenemos tres pilares fundamentales que son nuestros postulados básicos:

1- Interpretamos a los seres humanos como seres lingüísticos

2- Interpretamos al lenguaje como generativo

3- Interpretamos que los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él.

También los Principios que amplían el marco de referencia de nuestro paradigma.

1. No sabemos cómo las cosas son, solo sabemos cómo las observamos o como las interpretamos. Vivimos en mundos interpretativos.

2. No solo actuamos de acuerdo a como somos, (y lo hacemos), también somos de acuerdo a como actuamos, la acción genera ser, uno deviene de acuerdo a lo que hace.

3. Los individuos actúan de acuerdo a los sistemas sociales a los que pertenecen, pero a través de sus acciones, aunque condicionados por estos sistemas sociales, también pueden cambiar tales sistemas sociales.

A través de estas bases fundamentales es que se sostiene toda una nueva interpretación del ser humano, despojándonos de la noción de “verdad y realidad” para situarnos en un espacio donde las interpretaciones son válidas o no según el observador que las emite y reconociendo que cada persona al ser un sistema cerrado en sí mismo (autopoiesis – sistemas que se auto reproducen) y no puede acceder a lo que hemos reconocido por “realidad” por siglos, pero sí nos referimos a ésta como mundos interpretativos según el observador que haga tal aseveración; por lo que se abre un nuevo campo de la comprensión del fenómeno humano.

Con esto me refiero que aun sosteniendo un discurso de que no existen las “verdades” o las “razones” (como formas de “verdades”) muchos Coaches traen de la mano toda esta mirada ontológica y el desarrollo de Humberto Maturana del Observador y en su lenguaje no dejan de referirse a verdades con expresiones en su manera habitual, funcionando muchas veces como muletillas en su expresión, por ejemplo: – En realidad lo que quiero decir es… – La verdad es que yo me refería a… Esta manera de expresarse quita absoluta autoridad a lo que expresa un coach ontológico ya que nuestras bases apuntan a abandonar estas nociones que pertenecen a una filosofía metafísica. Y como sostenemos “nada de lo que decimos es inocente” pues un coach ontológico que se expresa de manera frecuente de esta manera estaría en absoluta incoherencia.

También tenemos a Coaches ontológicos en cierta confusión, hablan de coaching ontológico y traen aportes como “sistema de representación” y esto pertenece a la PNL, como sucede con otros aportes que algunas escuelas formadoras fueron sumando. Como Formadores de Coaches Ontológicos que estamos en frente de una institución formadora, tenemos la responsabilidad ética siempre de poder hacer mayores distinciones y brindar al aprendiz líneas claras y cuáles son los aportes adicionales  que provienen de otras disciplinas. Lo más común es que los nuevos Coaches ontológicos hablen de terapias y este es un punto donde no solo entran los Coaches ontológicos, sino, toda clase de coaching. Nuestra práctica profesional es clara, nuestra ética distingue que lo que hacemos no se puede confundir con terapia, nosotros ofrecemos un espacio de conversación, un espacio de aprendizaje para que el coachee o cliente pueda ver lo que no está viendo, comprometerse, y accionar sobre lo que desea cambiar de su situación actual y/o alcanzar lo que desea. Cuando hablamos de terapia estamos haciendo referencia a un procedimiento frente a una enfermedad, y este es el punto, no tratamos con enfermedades, tratamos con personas que no están pudiendo alcanzar otras situaciones o ser más efectivas en lo que están haciendo.  Es importante que los Coaches empecemos a respetar las áreas de trabajo de otras disciplinas para fortalecer y restablecer la coherencia de nuestra labor en este mundo. 

MCOP Martín Pardo